Carlos C.C. es un interno del Centro Penitenciario ZZZ, que está cursando estudios de la ESO en la modalidad presencial, con asistencia diaria a la Escuela. En la asignatura de biología, Carlos ejerce de «graciosillo» y continuamente hace alusiones en voz alta a temas de índole sexual cuando la profesora explica el cuerpo humano y, en concreto, el aparato reproductor femenino. Ello provoca las carcajadas del resto de alumnos y el consiguiente desorden en el aula. Harta de esa situación, la profesora ha optado por expulsar de clase al interno cada vez que se comporte de esa forma permaneciendo sentado en el hall del área cultural. Esta conducta de Carlos suele ser habitual en todas las asignaturas; con la única excepción de la de Matemáticas, donde el interno mantiene un comportamiento adecuado porque teme que el profesor emita un informe que le suponga la apertura de un expediente disciplinario y la consiguiente sanción, actuación que el profesor suele llevar a cabo en más de una ocasión con aquellos alumnos que en contadas ocasiones «se desmadran». Sin embargo, en la clase del martes, Carlos llamó «Pitágoras» al profesor, consiguiendo que emitiese un informe por considerar que se le había faltado el respeto lo que dio lugar a la apertura de un expediente disciplinario y a que la Comisión Disciplinaria le sancionara con 10 días de privación de paseos y actos recreativos comunes.