Instrucciones:
– Lea atentamente las siguientes líneas e intente memorizarlas.
– Dispone de cuatro minutos para ello. Transcurrido este tiempo, dispone de dos minutos para completar el texto que se le propone.
Mary conoció a un atractivo hombre en un bar, era su primer día de vacaciones de ese caluroso verano de 1987. Un par de copas y varios cigarrillos fueron suficientes para que congeniaran inmediatamente y el hombre la invito a que pasase unos días con él en su casa de las Bahamas. Aceptó aun sin saber muy bien si lo hacía por las interminables tardes sumergida en aguas cristalinas, o por poder recuperar el tiempo perdido acurrucada entre aquellos bronceados brazos que sutilmente comenzaban a rodear su cintura.
Fueron las mejores vacaciones que había tenido en los últimos años y ella se sentía más mujer que nunca. Las noches de pasión parecían haberla rejuvenecido, y una amplia sonrisa adornaba su cara desde el primer día.
El día de la vuelta a casa, se despidieron en el aeropuerto sin un propósito firme de volver a verse. Justo antes del último beso él le entrego un regalo con la condición de que no podría abrirlo hasta que estuviere sentada tranquilamente en el sofá de casa.
Una vez llegado el momento, Mary sopesó entre sus manos aquella caja de cartón, al levantar la tapa encontró en su interior una pequeña cafetera de metal. En su tapa había una nota que decía: “Te serà útil para todas las noches que vas a pasar sola. Bienvenida al mundo del Sida”.
El fabuloso Libro de las Leyendas Urbanas, J. Harold Brunvand.