Martin S.S., electricista de profesión, es Personal laboral fijo de la Administración General del Estado, con la categoría de Técnico Superior de Actividades Técnicas y Profesionales. Toda su trayectoria profesional la ha desarrollado en el Centro Penitenciario de Daroca (Zaragoza). Como quiera que dicho Centro tiene contratado el servicio de mantenimiento integral con la empresa Váloriza, S.A. que aporta tres técnicos, las funciones que desempeña Martín. resultan cada vez menos necesarias, razón por la cual, la Administración decide encomendarle el desempeño de un puesto de trabajo de Grupo Profesonal inferior, concretamente un puesto de la categoría de Oficial de Actividades Técnicas y Profesionales.
Cuando lleva tres meses seguidos desempeñando el nuevo puesto encomendado, Martín comienza a «mosquearse» pero se le informa que, mientras persista la necesidad, deberá permanecer en el mismo aunque ello le suponga, eventualmente, percibir una retribución inferior.
De todas formas, Martin es un profesional ejemplar que conoce el Centro a la perfección y desempeña sus cometidos con suma eficacia. El otro martes, sin ir más lejos, el Administrador le llamó a las 12 de la noche para que acudiese a reparar una avería en el grupo electrógeno que resultó dañado por una gran tormenta que dejó al Centro sin luz. Martín permaneció 3 horas reparando la avería, pero dejó el grupo «como nuevo».