Es sábado, 21 de noviembre de 2015, y en el departamento de comunicaciones del establecimiento penitenciario de MADRID X comienza la actividad.
El encargado de comunicaciones les recuerda a sus compañeros de servicio en el departamento que hoy el Jefe de Servicios le ha indicado, a instancias del Subdirector médico que está de incidencias, que desea que se cumplan las normas en vigor de forma estricta.
El horario, establecido por el Consejo de Dirección, para las comunicaciones orales será el siguiente:
09:30 MODULOS 1 y 2
10:30 MODULOS 11 y 12
11:30 MODULOS 3 y 4
12:30 MODULOS 9 y 10
15:30 MODULOS ENFERMERIA E INGRESOS
16:30 MODULOS 5 y 6
17:30 MODULOS 7 Y 8
18:30 MODULO FIES IV
Dada la lejanía del establecimiento el Consejo de Dirección ha determinado que se acumulen en una sola las dos comunicaciones orales a las que tienen derecho los internos.
A las 14:45 se comienza por parte de los funcionarios de servicios a identificar a los familiares de los visitantes de las 15:30. A RR, que reside en el departamento de Enfermería, vienen a visitarle su padre, su madre y dos amigos.
A las 15:15 el funcionario de comunicaciones informa al departamento de Enfermería, que ha de comunicar oralmente, entre otros, RR por lo que se requiere su presencia en locutorios. El subdirector médico, que en esos momentos está atendiendo precisamente a RR, determina, debido a que lleva varías días muy grave, que sean los visitantes quienes entren hasta la enfermería para proceder a la visita reglamentaria. El Subdirector decide que la visita tendrá una duración máxima de 10 minutos y se realizará sin vigilancia especial. Los visitantes de RR se extrañan de la situación porque nadie les había advertido de la gravedad del estado de RR. Además se quejan de la corta duración de la visita.