El ciudadano Adrián Villalobos, carpintero de profesión y nacido en Granada junto con Pedro López, funcionario de prisiones,, mantienen una enemistad manifiesta con el ciudadano Fernando Soto. Debida a esa enemistad, ambos aprovechándose de su gran corpulencia física, emplean la fuerza para encerrarlo en un local propiedad de Antonio Vargas (vecino de Adrián y Pedro), con la intención de evitar que en 4 días se presente a un examen. Adrián y Pedro ven con este acto la venganza perfecta para su histórica enemistad.
Al segundo día de encierro, recapacitan y lo ponen en libertad. Tan solo 15 días más tarde, Adrián y Pedro, tras mantener una discusión con Félix hijo de Fernando, con tan solo 16 años, se reúnen para ver como acabar con esta situación insostenible para ellos, ya que este chaval siempre está con la música » a tope» y no deja descansar a ningún vecino. En la reunión que mantienen deciden secuestrarlo, al día siguiente por la noche, y le pedirán a su padre 50.00 euros como pago necesario para proceder a la liberación de su hijo. Finalmente llegan a conseguir lo planeado, llegando el chico a estar secuestrado 29 días hasta que consiguen que el Padre pague la recompensa.
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