Amador, perteneciente al Cuerpo Nacional de Policía, en el año 2014, desempeñaba sus funciones como agente destinado en las oficinas de la comisaria de Policía Nacional de Gandia. En este año, las actas de intervención de los atestados que confeccionaban los agentes de cada turno, se depositaban en la sala 091, en un buzón cerrado con llave, hasta ser recogidos por los funcionarios que eran los únicos encargados de la tramitación del expediente.
A la sala 091, solo podían acceder las personas autorizadas, entre las que se encontraba Amador. Así sobre las 00.20 horas del día 2 de febrero del 2014, el acusado, se apoderó de un acta de intervención para hacerla desaparecer, sin constar la intención a la que obedecía tal conducta.
Sobre las 09.25 horas del día 16 de febrero del 2014, se apoderó de nuevo y destruyó otro atestado, habiendo sido encontrada el acta en una papelera a la que la arrojó el acusado.
Amador volvió a reiterar esta conducta los días 18, 25 y 28 de febrero.
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