Gaspar Adán Arias, nace en un pequeño pueblo de menos de 250 habitantes, Mamblas, de la provincia de Ávila. Sus padres, animados por el Maestro y el Sacerdote del pueblo, que ven en el niño un gran talento, se esfuerzan para darle estudios, enviándolo interno a un colegio de la capital, donde obtiene el título de Bachillerato. Posteriormente sigue estudiando en la Universidad de Madrid, logrando licenciarse en Derecho y Ciencias Políticas. Supera la oposición de Juez, ejerciendo dicha profesión durante dos años en un Juzgado de Ávila. Es ambicioso, por lo que sigue preparándose a fondo mediante cursos, masters y todo lo que encuentra para conseguir los conocimientos y puntos necesarios para » hacer carrera». Tras ejercer como Magistrado en la Audiencia provincial de Toledo durante un año, es nombrado Magistrado del Tribunal Supremo. Además de ser muy inteligente se ha convertido en una persona ambiciosa, por lo que alternar sus esfuerzos profesionales con ciertos «escarceos políticos» con la intención de llegar lo más lejos posible en su carrera, afiliándose al Partido Político del Gobierno. Como fruto de ello, consigue ser nombrado Fiscal General de Estado después de ejercer durante tres años como Magistrado del Tribunal Supremo, cargo que ejerce con tanto éxito que al año siguiente es nombrado Presidente del Consejo General del Poder Judicial.
Su ambición y prepotencia le llevan a ser rechazado por sus propios compañeros, que le denuncian por determinadas prácticas poco éticas, que le obligan a dimitir de su cargo cuando solamente llevaba tres años en su cargo. Vuelve a desempeñar un puesto de trabajo dentro de la carrera judicial.
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